Muchas de nosotros tenemos el complejo del Llanero Solitario y por las muchas decepciones de la vida, hemos preferido quedarnos solas y tratar de seguir adelante sin una socia. No obstante, debemos considerar que no somos expertas en todo y que nuestro emprendimiento merece que evalúes la posibilidad de asociarte con alguien que sea un real aporte a tu negocio.
La Real Academia de la Lengua considera en la definición un aspecto importante de una sociedad: se unen para alcanzar un objetivo. Este principio básico de la administración clásica deja a un lado los intereses personales y releva los organizacionales. Además, menciona dos tipos de socios:
Socio(a) Capitalista: que aporta capital a la empresa o compañía, poniéndolo a ganancias o pérdidas.
Socio(a) Industrial: Persona que no aporta capital a la compañía o empresa, sino servicios o pericia personales, para tener alguna participación en las ganancias.
¿Cuándo deberíamos elegir un socio?
Cuando consideramos que nuestras competencias en el área de negocios no es suficiente y nuestra socia tiene lo que nos falta.
Cuando la socia está dispuesta a realizar un aporte de capital suficiente para afrontar el capital de trabajo.
Cuando conoce la industria tanto o más que tú.
Cuando acepta plenamente los objetivos estratégicos que ya has construido.
Cuando cuenta con la red de contactos apropiada para desarrollar tu negocio y que tú no tienes.
Cuando puede aportar con activos fijos necesarios para tu negocio.
Cuando tengan claridad en todos los derechos y deberes de cada una, de tal manera que se formalice la sociedad.
Cuando conozcas los antecedentes de tu potencial socia y nada diga que te va a defraudar.
Cuando realmente estés segura que necesitas a otra en la toma de decisiones y que comparta el riesgo contigo y no un administrativo o alguien que necesites contratar.
Desventajas de tener un socio
Pierdes autonomía en la toma de decisiones
Compartes tus ganancias
Compartes el control
Es necesario saber que es muy difícil garantizar que la sociedad será todo un éxito y más difícil aún, que continúe la amistad a pesar de la separación. De seguro habrán dificultades, diferencias y obstáculos que enfrentar, sin embargo, serán las instancias para definir los lineamientos básicos del negocio, reforzar los objetivos y proseguir adelante.
Haz un buen análisis, piénsalo bien y toma la mejor decisión. Atrévete.